Share Primera visita al ginecólogo: Cuándo es el momento adecuado Se recomienda que las mujeres programen su primera visita al ginecólogo tan pronto como sepan que están embarazadas. Idealmente, esto debería suceder dentro de las primeras 8 semanas de embarazo. En la primera visita al ginecólogo, se realizará un examen físico completo, se discutirán las opciones de atención prenatal y se tomarán medidas para determinar la edad gestacional del feto. También se realizarán pruebas de laboratorio para evaluar la salud de la madre y del feto. Es importante que las mujeres embarazadas mantengan una atención prenatal regular para garantizar la salud y el bienestar del feto y la madre durante todo el embarazo. Por lo tanto, después de la primera visita, se programarán citas de seguimiento a lo largo del embarazo para realizar un seguimiento del desarrollo fetal y la salud materna. Primera visita al ginecólogo Primera visita al ginecólogo: Historial clínico Es importante que las mujeres embarazadas proporcionen un historial clínico completo y detallado a su proveedor de atención médica prenatal durante su primera visita y en cada visita de seguimiento. Esto incluye información sobre cualquier enfermedad o afección médica que haya tenido anteriormente, así como cualquier medicamento, suplemento o hierba que esté tomando actualmente o que haya tomado recientemente. El historial clínico también debe incluir información sobre cualquier cirugía previa, alergias a medicamentos, problemas de salud mental, hábitos de estilo de vida (como fumar, beber alcohol o usar drogas ilícitas), antecedentes familiares de enfermedades genéticas y cualquier complicación que haya tenido durante un embarazo anterior. Además, es importante que las mujeres informen a su proveedor de atención médica sobre cualquier síntoma o problema de salud que experimenten durante el embarazo, como dolor abdominal, sangrado vaginal, cambios en la visión o la audición, o signos de infección. Tener un historial clínico completo y preciso es esencial para garantizar que el proveedor de atención médica pueda brindar la mejor atención posible y tomar las medidas necesarias para garantizar la salud y el bienestar del feto y la madre durante todo el embarazo. Análisis de sangre y orina Durante el embarazo, se realizan análisis de sangre y orina para evaluar la salud de la madre y del feto. Estos análisis son parte de la atención prenatal regular y se realizan en diferentes momentos del embarazo. Análisis de sangre: En la primera visita prenatal, se realiza un análisis de sangre completo para evaluar la salud general de la madre y para determinar su grupo sanguíneo y factor Rh. También se realizan pruebas de detección de enfermedades infecciosas, como el VIH, la hepatitis B y la sífilis, que pueden transmitirse al feto durante el embarazo. En la semana 24 a 28 de embarazo, se realiza un análisis de sangre para evaluar la presencia de diabetes gestacional. Análisis de orina: En cada visita prenatal, se realiza un análisis de orina para detectar la presencia de proteínas, glucosa y otros compuestos que puedan indicar problemas de salud. Se puede realizar una prueba adicional de orina en la semana 24 a 28 de embarazo para evaluar la presencia de proteínas y detectar una afección llamada preeclampsia, que puede poner en riesgo la vida de la madre y el feto. Fecha prevista del parto La fecha prevista del parto (FPP) es una estimación de la fecha en que se espera que nazca el bebé. Se calcula a partir de la fecha del último período menstrual de la madre y la duración promedio del ciclo menstrual. Para calcular la FPP, se puede usar una calculadora de embarazo en línea o el proveedor de atención médica de la madre puede hacerlo durante la primera visita prenatal. La FPP también se puede ajustar si se identifica una diferencia significativa en la edad gestacional durante una ecografía prenatal. Es importante tener en cuenta que la FPP es solo una estimación y que el parto puede ocurrir en cualquier momento entre dos semanas antes y dos semanas después de la FPP. La mayoría de los bebés nacen en algún momento entre las semanas 37 y 42 del embarazo. Es esencial que la madre se prepare para el parto y tenga un plan de parto con su proveedor de atención médica antes de la FPP. Además, la madre debe estar atenta a cualquier signo de parto prematuro o trabajo de parto y comunicarse con su proveedor de atención médica de inmediato si tiene algún síntoma preocupante.